“De a poco va cayendo la luz, en los senderos ya la sombra avanza, la mirada se eleva buscando los últimos tintes de luz que iluminan los picos de los cerros, la tierra y sus colores”. Así presenta Manto su Abrigo del Anochecer.
En el tejido predomina la urdimbre y su trama es nogal. Abrigo largo con cuello smoking corto, pollera evasé con recorte en la espalda, con martingala y tablón encontrado.
Tejido a 3000 m de altura sobre el nivel del mar en el pueblo de San Isidro, en la provincia de Salta. Pura fibra de oveja nativa, hilada a mano por Erminia Meneces. Tejida en telar manual por Erminio Manani.
En cada textil, Manto revaloriza la técnica ancestral de los pueblos andinos. Cada prenda es un viaje con el que uno se puede vestir. Un punto de encuentro donde arte, diseño y técnica artesanal se funden.